Amado Dios, hoy me presento ante Ti para darte las gracias porque me has dado un nuevo día de vida para poder salir adelante y realizar todos mis proyectos. Señor, Tú eres mi tierra firme, mi refugio y mi fortaleza; si Tú estás conmigo de nada voy a temer, pues confío plenamente en Ti y en tus designios.
Padre eterno, te pido que en este nuevo día seas Tú renovándome y sosteniéndome. Por favor tómame de la mano y orienta mi destino por caminos de victoria y regocijo.
Decididamente pongo todos mis anhelos y mis ilusiones en tus manos, pues Tú eres mi pastor y contigo nada me faltará.
Te pido también amado Dios, que mires mi vida y mis necesidades. Tú mejor que nadie conoces mis alegrías, mis ilusiones y también mis angustias. Por favor cúbreme con tu hermoso manto de luz y de amor y susurra a mi oído palabras de fe y sabiduría, para poder tomar buenas decisiones y acercarme a mis sueños.
Señor, te suplico que bendigas mi vida y la vida de mi familia. Cólmanos de tu amor, de tu ímpetu y de tu paz, ayúdanos a cumplir con nuestras obligaciones de la mejor manera posible, protégenos de todo mal y del enemigo mal intencionado y permítenos regresar a nuestro hogar en la noche con la satisfacción del deber cumplido.
Amado Dios, Tú eres mi fuerza y también mi esperanza, es por eso que aun en medio de la más violenta de las tormentas, yo no me rindo y confío en que después de la oscuridad, vendrán nuevos y soleados amaneceres.